Balance de la reforma tributaria: activos y pasivos

Andrés Sanfuentes

La importancia y complejidad de la iniciativa hace difícil realizar su análisis acabado; sin embargo, es posible resaltar algunos rasgos de la nueva ley.

Siempre hay que partir por los activos; además están a la izquierda del balance. En síntesis:


1. Se logró la aprobación en un semestre, a pesar de su complejidad y las poderosas resistencias que encontró.

2. En régimen, recaudaría más de 3% del PIB, indispensables para financiar el programa de gobierno, en especial las iniciativas sociales y contribuir a reducir la desigualdad existente.

3. Se aumentó el impuesto a la renta de 1ª categoría desde el 20% al 27%.

4. Se derogó el FUT, la principal fuente de elusión e inequidad.

5. Logró la aprobación de importantes atribuciones para el Servicio de Impuestos Internos.

6. Se enmendaron una serie de inequidades e injusticias que existían y se agregaron algunos nuevos tributos, como es el caso de los impuestos verdes.

7. Obligó a la derecha y al empresariado a negociar un acuerdo tributario. Este consenso le da un carácter de mayor permanencia al sistema impositivo. Con ello el gobierno logró entregar estabilidad al sector económico, en plena fase de desaceleración.

Sin embargo, también hay que considerar los pasivos, al comparar la nueva ley con el proyecto original, que por su naturaleza era comprensible que presentaría una fuerte oposición. En resumen:


1. Se intentó hacer la gran Reforma, abarcando la integridad del sistema, lo cual abrió innecesarios y evitables frentes, entre ellos, que se afectaría básicamente a la clase media y las PYME. A pesar que en sus aspectos centrales esta crítica no era cierta, el gobierno no supo defenderse de la acusación.

2. El acuerdo logrado con la derecha en el Senado terminó por crear dos regímenes tributarios paralelos (sistemas semi integrado y renta atribuida) que generaron incertidumbre operativa y el temor que faciliten una nueva fuente de elusión en empresas y contribuyentes, al permitirles que elijan el que más les acomode, además de serios problemas en la administración tributaria; la implementación parece compleja.

3. Hay un retroceso en la progresividad, planteada inicialmente, en las rentas presuntas de la agricultura, la minería y el transporte, lo cual es un incentivo a la elusión y mantiene la discriminación con otros sectores. Algo similar ocurrió con la actividad de la construcción.

4. Se aprobó una imprevista franquicia para la repatriación de fondos desde el exterior, duramente criticada incluso por sectores que apoyan al propio gobierno, como la mayoría de los diputados DC que votaron en contra, ante la posibilidad que sea utilizada para el blanqueo de capitales. La asimilación con las regulaciones de la OCDE será importante para la implementación de la nueva norma, en especial respecto del contenido discriminatorio con otros capitales que han cumplido con la normativa.

5. La disminución de la tasa máxima del Global Complementario desde el 40% al 35% reduce la limitada progresividad del régimen.

6. Se rebajó la tasa del impuesto de timbres y estampillas que se había propuesto originalmente, en circunstancias que uno de los participantes, el sector bancario, está obteniendo crecientes rentabilidades.

7. Uno de los aspectos más importantes que debe llevarse a cabo es la reglamentación que conlleva esta ley, particularmente compleja.

En definitiva, esta evaluación mueve a la conclusión que el balance resulta positivo, desde el momento que el incremento de los activos supera al de los pasivos. En este sentido, los aspectos más importantes son que permite financiar el programa del gobierno de Bachelet, mejorar en parte la desigualdad y la prontitud en su despacho posibilita atenuar la incertidumbre existente cuando se envió el proyecto de ley al Parlamento. Esto último, a pesar de los errores comunicacionales del Ejecutivo y las críticas de la Cámara de Diputados por su papel menoscabado en la tramitación legislativa.